Esta semana nos hemos centrado en la nueva ley educativa, implantada dentro
de los centros educativos y escolares, (LOMCE). A partir de ella hemos planteado
un debate en el que la mitad de la clase debía llevar a cabo el
rol de “a favor de la LOMCE” y la otra mitad “en contra de la LOMCE”. De esta forma,
cada uno de nosotros, hemos sido capaces de entender, aún mejor, todas esas mejoras que se han implantado en la educación con respecto a la Ley Orgánica de Educación (LOE).
La Ley Orgánica de Mejora de
la Calidad Educativa) se basa en mejorar, fundamentalmente, algunos aspectos educativos
anteriormente establecidos dentro de la educación española. Para ello, la LOMCE, parte de una idea: El alumno es el centro de la
educación y debe ser el Sistema Educativo el encargado de incidir
sobre él para desarrollar todo el talento que éste posee. Para poder desarrollar dicho talento es necesario la utilización de nuevas metodologías, es decir,
metodologías más individualizadas
con el fin de que los alumnos sean capaces de alcanzar, por sí solos, todas aquellas metas o aspiraciones académicas que quieren lograr. Por tanto, es muy importante formar bien a los
alumnos para que luego éstos obtengan un
bienestar social dentro de la sociedad en la que viven. Con bienestar social se
refiere a un crecimiento económico dentro de la
sociedad y a la obtención de nuevos y
mejores puestos de trabajo para los ciudadanos.
Ahora bien, si tenemos en cuenta todos estos principios, en los que se basa
la LOMCE, y analizamos cada uno de ellos nos damos cuenta que en realidad es
una ley bastante contradictoria ya que pretende desarrollar ciudadanos autónomos e independientes y pretende hacer una distinción muy cara entre los ciudadanos más preparados académicamente y los ciudadanos que están menos preparados
académica mente, por tanto, se trata de una ley en la que se
da más importancia a los intereses económicos y políticos que a los
académicos.
En resumen: Esta nueva ley trata es de formar a los individuos a partir de los intereses políticos y económicos que más interesan para la sociedad.
Bajo mi punto de vista creo que esta nueva ley intenta, en cierta manera,
hacernos creer que la enseñanza va a mejorar
y que los individuos van a estar mejor formados al mejorar su calidad
educativa. El problema fundamental es que por mucho que la educación intente mejorar no va a conseguir ya que los cambios educativos que se
quieren llevar a cabo no facilitan para nada la educación de los individuos españoles. No lo
facilitan ya que la enseñanza educativa es
una enseñanza memorística en la que
por mucho que se intente desarrollar una enseñanza lógica no se va a lograr tan fácilmente.
Entonces, ¿qué debemos hacer ante este problema? Lo que la LOMCE propone es la evaluación por competencias y la realización de exámenes externos al final de cada etapa educativa. Pero si los alumnos no
superan esos exámenes, ¿no pasan a la siguiente etapa y por
ello ya no pueden optar por la vía académica? Esta pregunta está todavía por responder ya que no se sabe muy bien qué pasaría con aquellos alumnos que no superen esas pruebas, pero lo más probable es que esos alumnos se vayan quedando atrás y por tanto no consigan obtener ningún tipo de formación académica y ningún tipo de
trabajo dentro de la sociedad.
Conclusión
Sin darnos cuenta la leyes educativas nos intentan guiar de tal manera que la sociedad sea competitiva
y solo aquellos que obtengan mayores estudios y mayor formación académica son lo que conseguirán el bienestar
social.
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